Hemos Comido…en Bahía Bistró un bar-restaurante de cocina francesa, ya hubo anteriormente en este local un chef de origen francés que elaboraba algunos platos de la cocina gala, por aquel entonces se llamaba Sabor.
Junio 2016. De reciente apertura en nuestra ciudad este espacio viene a llenar un lamentable hueco en nuestra oferta gastronómica, la cocina francesa, decorado sin alardes pero de forma confortable, se echa de menos unas mesas mejor vestidas y con detalles familiares.
Este local ya ha pasado por unas cuantas manos, comenzó llamándose Sabor, hacia una buena cocina de mercado y alguna elaboración de cocina francesa, cambio de dueños y paso a llamarse Valnera, en la etapa anterior tomo el nombre del Viandar de Vargas.
Se acercaron a nosotros de forma muy amable, recomendándonos sus especialidades. Nos llamó la atención que hubiera platos en carta que no son en absoluto franceses como las merguez o el tiramisú, pero dejándonos aconsejar nos decantamos para empezar por sendas ensaladas: una de magret, jamón de pato y otra de mollejas del mismo animal, aceptables, si bien prefiero las mollejas ligeramente tibias para que ganen en textura y sabor.
Poca cantidad de pato y un pero importante las pizarras donde las sirvieron resultan imposible de aliñar y por supuesto de revolver.
Continuamos con unos callos a la normanda, es decir cocinados con vino blanco acompañados de unas ricas patatas fritas en dados, suaves y sabrosos, fueron acogidos con entusiasmo y una quiche lorraine muy conseguida y donde curiosamente no palpamos el Bacon, las raciones si son francesas.
A la quiche le siguió un muslo de pato confitado fuera de temperatura y algo correoso. Perdió la oportunidad de ser acompañado por unas deliciosas patatas sarladaises.
Un buen detalle fue enseñarnos la carne que posteriormente sería picada a cuchillo para conformar el steak tartar. Este resulto fresco y bien trabajado, si bien un poco soso. La mostaza que lo acompañó recordó mucho a la que acompaña a los hot dogs de la calle Haussman en Paris, corriente producto francés que te viene bien para un catarro de nariz!!!!.
Todo regado por un Merlot de la casa del que no puedo dar más datos pues no venía etiquetado, de color rubí intenso y graduación media no se caracterizó por la finura que se presupone a esta uva.
Al fin llegamos a los postres, Tiramisú ni frances ni tal, flojo de primer café y con coco añadido, el sabor de este enmascara lo demás. Pudin pasado de cocción con crema inglesa, natillas más bien y unos flanes de cereza que tuvieron buena aceptación.
Realmente barato lo que seguramente explica el conjunto.
En conclusión es una pena que con lo deliciosa que llega a ser la cocina francesa nos quedemos con ganas de probar un sabroso boeuf bourguignon , un campechano hachis parmentier o unas reconocidas Blanquette de veau. Lo mismo vale para los postres donde se echo de menos delicias tan sencillas como el clafoutis, la tarta tatin o las famosas charlotte o la saint Honoré .
Dicho esto esperaremos un tiempo para dar tiempo a que se asiente…
Por cierto … Perejil en los Postres ???