Hemos Comido…en Ibéricos José, años preguntándome que sería eso de Ibéricos José hasta que paré y me enteré de que no era una charcutería de ibérico, si no un restaurante.
El restaurante lleva ya 17 años en este lugar. Sus dueños Bego y José anteriormente regentaron otro restaurante en Camargo y con anterioridad una charcutería de ibérico. De ahí el nombre del restaurantre. Por otra parte, tienen una buena oferta de ibéricos pero no es precisamente el centro de su carta.
Podría resumirse como un lugar tranquilito, donde la comida es excelente, con buenos productos, todo hecho de manera tradicional, donde todo lo que sale de la cocina está hecho en ella.
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El local dispone de cinco ambientes distintos: un barra por donde pude ver discurrir a cantidad de gente a tomar el blanco, una terraza entre plantas donde había un par de mesas con gente charlado, fumando y tomando el aperitivo, una zona acondicionada para el relax con sofas donde tomar una copa y charlar después de una copiosa comida o cena, una zona de raciones más informal y un comedor.
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Tiene una carta bastante extensa, dividida en diferentes apartados, algo para picar, las típicas raciones de siempre, jamones y quesos, pudings, foies. Y quiero hacer hincapié, aunque pueda parece pesado, todo absolutamente todo lo presente en la carta está hecho en la cocina del restaurante. El puding esta hecho por ellos, el foie también, las croquetas etc.
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Otro de los apartados: ¿Que como hoy? Un menú del día con un precio acorde a la calidad, lo que en otros locales califican como menú ejecutivo, aquí es único.
Como suele ser habitual en mi periplo gastronómico el aspecto de los locales suele ser vacio. Tiene una facil explicación, siempre soy el primero a comer, siempre a primera hora, por muchas razones. La primera es que el personal está fresco y suele se bastante más amable que si el comedor está repleto, la cocina está desaogada y te sirven seguida, sin esperas y por último y como razón principal es que como muy pronto, normalmente a la una, en alguna ocasión incluso antes.
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Algo Fresco, apartado de ensaladas. Salido del mar, pescados frescos. O quizas algo caliente…guisos de cuchara y tradicionales de nuestra cocina. Carnes por supuesto y alguna que otra cosa que se me olvida, como podeis comprobar una amplia oferta y una extensa carta.
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En torno a la carta de vinos no puedo deciros nada pues tenía claro desde el principio que no podía tomar vino y me contenté con una cerveza. Eso sí fresquita y servida en una copa helada, una Alhambra reserva 1925, una de mis cervezas favoritas, que me trajeron antes de comenzar acompañada de una tapa de dos bocartes fritos, muy buenos. A mí las tapas siempre me saben bien y si son bocartes, como en este caso, todavía mejor.
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Ante tamaña carta no sabía que pedir, sí tenía clara una de las cosas, pero nada claro los otros platos. Así que me dejé guiar por José que me recomendó media de croquetas y de puding de pescado. Ninguna de las dos cosas son algo que me convenza, pues en la mayoría de los casos son prefabricados (puding) o congelados (croquetas). Y las croquetas, que en tan en alta estima tienen en nuesgtra gastronomía a mí no me terminan de convencer, para mí son sin más un frito, fruto del aprovechamiento de los excedentes. Pero al final cedí, me convenció que estaba todo hecho en su casa y resultó ser una grata sorpresa, tanto el puding como las croquetas (una de marisco, buena bechamel y trozos de marisco, otra de jamón se notaba ese sabor que le da el tocino a la croqueta y por último una de cecina muy buena tambien). Buena elección de comienzo.
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Lo que sí tenía claro era que quería una tortilla de bacalao. José me comentó a la hora de tomar la comanda que debería pedir media pues una era para terminar ya de comer, a lo que accedí y posteriormente le quedé agradecido de la advertencia. Una tortilla, calculo que como mínimo de dos huevos, con una buena cantidad de bacalao y unos pimientos verdes y rojos asados buenísimos. Una tortilla deliciosa y muy recomendable, la típica tortilla de sidrería, muy buena.
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Y para terminar una flecha de vacuno. Una brocheta con una excelente carne de vaca, con muy buen sabor y hecha con el punto que a mí me gusta. Unas patatas pochadas en aceite y luego fritas le acompañaban, muy particulares de presentación y de excelente sabor y textura, que acompañaban a la carne como nadie, y una salsa que no probré pues todo lo demás estaba buenísimo.
En resumen, todo de primera, las raciones generosas, yo terminé que no podía moverme, el servicio resultó de lo más amable y atento. Hasta el pan era distinto de lo habitual. El precio dentro de lo esperado. Un buen referente para la zona de Muriedas-Maliaño, vamos, Camargo.
Av de Bilbao 41 39600 Muriedas 942262160