Hemos Comido…en el Hotel Escuela Las Carolinas, un lugar al que acudo con menos asiduidad de la que quisiera y al que nunca logro ir con mi mujer, siempre surge algo.
Mayo 2013. Quedamos tres amigos en Las Carolinas a comer pues hacía bastante tiempo que no nos acercábamos a este lugar, una escuela excepcional, ubicada en una finca con el mismo nombre «Las Carolinas», dirigido por la Asociación Empresarial de Hostelería de Cantabria, donde se forman jóvenes hosteleros y chefs.
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Para poder impartir una formación adecuada, nada mejor que un centro formativo en el que poder aplicar mediante prácticas la teoría recibida previamente. Así, el edificio principal de la finca, ha sido acondicionado como un pequeño hotel con 13 habitaciones y una sala-restaurante con capacidad para 40 comensales, funcionando como un negocio de hostelería convencional.
El sótano ha sido elegido para instalaciones tales como cocina, aulas y una muy especial denominada aula de demostración.
A la hora de comer, y durante el período lectivo, en el hotel se sirven de lunes a viernes un menú del día que incluye aperitivo, primer plato , segundo plato y postre. Los jueves y viernes por la noche se prepara un menú degustación. Hay que tener en cuenta que para todas las comidas hay que hacer una reserva previa.
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Antes de comenzar tomamos una cerveza en la barra de la entrada al comedor, un aperitivo antes de comenzar y un lugar donde esperar a la hora de comer.
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A los tres nos sorprendió lo original de la presentación de la carta, donde hay cuatro menús, un menú Tradicional, un menú I+D, Saludable y por último Cocina de Fusión. Menús donde elegir, todos a un precio de 22€ por comensal, el menú está elaborado por los alumnos, por si alguien no se ha dado cuenta.
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Tomaron nota y acto seguido nos sirvieron unos aperitivos bienvenida, una crema de calabacín, bastante buena, un niguiri de pez mantequilla, me gustó mucho y un ñoqui de queso que fue el que más me llamó la atención de los aperitivos.
Tras terminar los aperitivos pasamos a los primeros. Uno de los comensales y yo tomamos un arroz cremoso con langostinos, tomate seco confitado y aguacate. El arroz estaba falto de punto, algo duro pero bueno de sabor le acompañaban un par de langostinos, estos sí tenían un punto perfecto y un excelente sabor, se notaba el agradable sabor a tomate seco cuando te tocaba. Un poco más hecho y el arroz hubiera estado perfecto.
Antes de continuar decir que se permite el intercambio de platos entre los menús que elijas, lo cual le da una mayor versatilidad a estos pudiendo tener todas las combinaciones entre menús.
Otro de los comensales tomó de primero el guiso marinero. Un guiso de patata con mejillones y pescado, muy bueno según el comensal sabroso y perfecto, probé un poco y la verdad es que sí que estaba bueno.
Y pasamos a los segundos, otro comensal y yo tomamos bonito macerado con verduras saltadas. El bonito perfecto de punto, se le notaba un ligero-lejano sabor a lima del macerado, las verduras que le acompañaban al dente, justas para mi paladar justo a mi gusto. Un plato muy recomendable con una ejecución y formando un conjunto con las verduras perfecto.
El otro comensal tomó carrilleras de cerdo ibérico, jamón y frutos secos. Según él las mejores que recuerda, desde luego que el aspecto lo tenía estupendo.
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Tomamos tres postres distintos, yo tomé macarons bastante buenos, de cuatro sabores distintos, un brazo coulan que gustó mucho al comensal, el tercer comensal tomó copa de fresas que también le gustaron un montón. Con el café nos pusieron unos petit fours.
Durante la comida, e incluido en el menú, nos acompañó un Eremus Joven Rivera del Duero, fresco, equilibrado y con cuerpo con un final persistente, un vino de espesa capa, con un color picota y tonos violáceos, rico en aromas frutales.
Terminamos con unos gin tonic premium, el mío de Bulldog, correspondientes a la primera ruta del Gin Tonic, no pudimos disfrutar de la terraza debido al tiempo. En resumen, el lugar sigue siendo excepcional en todo, una buena cocina, un excelente servicio y unas instalaciones también excelentes. Tenemos que volver más a menudo.
