Nos acercamos a la barra y reservamos mesa para un poco más tarde, pues eran las 14:00 pero se había adelantado una hora el reloj, total que a eso de 15:00 nos subimos a comer, de primero pedimos para compartir langostinos frescos y boquerones marinados, los langostinos frescos estaban un poco pasados de plancha pero buenos, acompañados de una ensaladita agradable al paladar, los BOQUERONES sí los pongo en mayúsculas es que no es para menos, con una salsa de yogurt impresionante un aceite riquísimo y una vinagreta con pulpa de tomate también riquísima, el conjunto perfecto nos encanto el bocado a los dos. De segundo mi acompañante tomo alcachofas frescas con habitas tiernas y jamón, muy buenas y excelentemente cocinadas un plato de lo más recomendable, también existe la posibilidad de pedirlo con foie, yo tomé callos de bacalao a la madrileña, creo que son los mejores que he comido hasta el momento, con un toque especial de picante y con una salsa que a mí me recuerda a la de los caracoles, el plato es contundente, me encantó. De postre pedimos tiramisú, muy bueno, cafés, acompañamiento del café y orujos invitación de la casa, el servicio de lo más atento, el precio buenísimo y las raciones abundantes, la carta muy apetecible y con bastantes platos donde elegir. Deseando volver.