Hemos Comido…en Nuevo Fogón, en Majadahonda, un sitio con alegre aspecto, cocina sin estridencias y divertida.
Mayo 2018. El lugar es colorido, con una divertida decoración y una bodega interesante, parece ser que los fines de semana está hasta la bandera ya que goza de gran popularidad por la zona.
Pero dejemos que ellos mismos se definan :
«Aquí estamos otra vez, un equipo de soñadores que desde siempre nos hemos dedicado a complacer a nuestros clientes con los más exquisitos platos y sensaciones al paladar.
El Nuevo fogón quiere romper con la formalidad, es un local moderno y a la vez acogedor, cuenta con platos de raciones «más que medias» pensado para el picoteo con precios muy asequibles, es un lugar con ambiente tanto para una comida familiar o de trabajo como para tomar unas copas con los amigos.
Tiene distintas áreas para disfrutar de cada momento de su estancia, una amplia barra para tomar una aperitivo, una gran sala para la comida, un área más privada donde podrá disfrutar de nuestro menú de degustación, una terraza muy agradable y una zona chill out para divertirse por la noche.
Tiene también una tienda de vinos en su interior, encontrará precios muy competitivos y una amplia variedad de referencias.»
Comenzaron sirviéndonos unos canapés que me hicieron torcer el morro y soltar un ufff, pero que no resultaron más que un primer y lastimero encuentro, ya que después se enmendaron las cosas. Estos canapés venían directamente de la cámara y su sabor no era precisamente lozano.
No dije nada pues no yo no había elegido el lugar y todavía quedaba bastante por ver. La carta no es muy extensa, pero tampoco es la habitual, con ciertos guiños a cocina más experimentada que la que se suele dar por aquestos lares.
A continuación vino algo que me hizo dibujar una sonrisa. Nos colocaron un caldero de mantequilla, que si quieres te lo terminas o te comes lo que te apetezca. Bastante buena, por cierto, la mantequilla, de origen soriano. Solo la probé, que con esto se disparan los análisis. Todo un clásico aperitivo en muchos restaurantes durante años, y sigue siéndolo, pero no un caldero.
Continuamos con otros aperitivos, una crema y unos no sé como llamarlos, que no tomé pues como siguiera así no cenaba y no me vuelve loco el salado con dulce.
A partir de aquí comenzamos con la cena en sí. Alcachofas con crema de boletus y foie. Las alcachofas bien confitadas, sin durezas y la salsa aportando gran sabor y buena compañía. Muy agradables y recomendables.
El siguiente de la tarde, carpaccio de gambón. De buen sabor a gamba, un ligero marinado y un acompañamiento de «caviar» (huevas de lumpo) que aporta el sabor a mar y el toque salado, todo acompañado de un ligero aceite que no restaba importacia al conjunto, el cual resultaba muy agradable.
Para finalizar una costilla de ibérico a la barbacoa, elegida del apartado Happy Food de la carta. La elaboración y la textura resultaron perfectas, se le desprendía los huesos al pincharla. No me volvió loco la salsa, diríamos que con cierto toque dulce, una salsa barbacoa de las clásicas americanas, así que me deshice de ella como pude y di buena cuenta del costillar, que una vez desprovisto de esta capa Happy resultaba otra cosa mucho más rica. Muy buena la patata asada que le acompañana y un puré sobre el que se sustentaba la patata, bien cargado de mostaza que me rechifla.
Dos comensales, buena atención y en los alrededores de Madrid, donde ya el hecho de comer bien por un precio digamos que módico es tarea monumental o titánica. Me resultó muy atrayente, no me extraña que se llene en fin de semana y durante muchas tardes. Y ojito con ponerte ciego de mantequilla.
Plaza Constitución 4 28220 Majadahonda Madrid 916391707