Hemos Comido…en este restaurante que anteriormente fue tasca y casa de comidas, tras sufrir una fuerte remodelación quedó tal y como hoy se encuentra.

Este lugar tiene su historia, no relacionada con sus actuales dueños si no con los anteriores, era una tasca de lo más agradable propiedad de pescadores donde daban un menú del día impresionante en la mayoría de las ocasiones y alguna que otra ración, muy pocas en realidad, producto de lo que les traían los pescadores de los alrededores.

cerrado

En este restaurante son múltiples las recetas o platos que pueden ser considerados especialidades. Si les gusta el marisco, el buen marisco; las cigalas de tronco (de más de kilo), las mejores ostras, los más frescos carabineros o las gambas blancas de Huelva por citar algunos, aquí los podrán encontrar, no sólo fresquísimos, sino que además podrán disfrutar de estos interesantes ‘bichos’ por un precio que ronda el 30% más barato que en otras marisquerías.
Además sus pescados de captura salvaje son bastante buenos y suelen estar bastante bien elaborados. Respecto a las carnes se encargan de traer todas las semanas de Palencia, las mejores chuletillas de lechazo de la zona, si son carnívoros, no dejen de probarlas. Como de igual modo resultan soberbias las chuletas de vaca vieja que también ofertan.
Mención aparte se merecen sus postres, más en concreto su exquisito helado de queso y su tarta de manzana con confitura de albaricoque. Y si por un casual son amantes de los grandes vinos blancos europeos, déjense asesorar.

En esta ocasión me invitaron a comer, un mule dedicado a gestión de seguros, me sorprendió por el sitio, comenzamos con unas gambas de Huelva, muy bien hechas, ración generosa y tamaño de gamba grande. Continuamos con una jamón de bellota, bastante bueno, cortado a cuchillo, no me fije pero creo que era Sanchez Romero, vuelvo a repetirme, es algo que yo nunca pediría en un restaurante, prefiero comprarlo en una tienda especializada y comérmelo en casa, es más prefiero comprar un jamón en Córdoba, Salamanca o Cáceres y comérmele poco a poco, pero ese es mi punto de vista. Y también nos comimos unas tortitas de camarón, que no me gustaron nada.

De segundo compartimos unos carabineros grandes, muy buenos de sabor, los vendían como frescos no termino de convencerme, pero podía ser, así todo estaban muy buenos, «lo cortés no quita lo valiente», lo cierto es que repetiría pues se nota una buena técnica de plancha. Tomamos también una cigalas terciadas, esas si eran frescas y muy frescas con una plancha perfecta y muy buen punto, un kilo más o menos. Al finalizar mi invitador tenía hambre, la verdad es que yo también, a mí el marisco o como «toneladas» o no termina de llenarme y parece ser que a él le pasa lo mismo, si no hay grasas de por medio, no se llena el buche. Pues terminamos con un chuletón fileteado a medias  hermoso, muy bien de punto, excelente corte, a partir de aquí ya quedamos satisfechos. Comimos con un vino que me repitieron no sé cuántas veces pero que ahora no recuerdo lo que si recuerdo es que era un ribera y como no suelen hacerme mucha gracia, no le hice ninguna atención. El comedor es un poco angosto situado en un cabrete, la comida fue en invierno y hacia muy bueno en la parte superior, supongo que en verano la cosa cambie. El servicio muy atento, el encargado o dueño un auténtico conocedor de los vinos internacionales. El precio por el «buf» de mi acompañante debió ser de «órdago», pero la verdad es que nos habíamos pasado, a todo esto yo no pedí nada se dedicó el a pedir. Sumamente agradecido por la invitación y cuando quieras repetimos.

las_olas_003

las_olas_002

las_olas_002

las_olas_002

las_olas_002

2011_06_olas_001

2012 06 las olas 001

las_olas_001

General Mola 35, 39004 Santander 942224968

 

Etiquetas del articulo

Compartir

Categorías
Scroll al inicio