Septiembre 2012. Pedro nos lo había recomendado en varias ocasiones, pero nunca se había dado la ocasión para acércanos al restaurante. En esta ocasión y tras enseñarme los yacimientos que han aparecido en Pendes, tres rutas para mí desconocidas, llevarme a ver al alcalde para conseguirme un libro de Liébana editado por el Ayuntamiento e incluso acompañarme a comprar un libro por el que estaba interesado.Pues no contento con todo me invitó a comer en el sitio que tantas veces me había recomendado.

El lugar es muy casero y con tremenda parroquia alojada en la barra, también según pasaba el rato pude comprobar que la parroquia se extendía a la comida apareciendo gran cantidad de gento con aspecto de habituales, me sorprendió pues era día de labor y ya terminado el verano.

Enseguida nos tomaron nota y nos sirvieron un plato de embutido para ir pasando el tiempo, por cierto bastante bueno.

El día era caluroso y yo oí la palabra periñaca y no pude resistirme, la primera de esta verano ya casi terminado. Muy bien aliñada y todo sus componentes de lo más fresquitos, muy a la cántabra con medio huevo cocido y bonito desmigado, pimientos, cebolla, patata, tomate etc., muy buena.

Pedro tomo patatas con calamares, parece ser que le gustaron o eso dijo.

De segundo los dos tomamos costilla asada. Un buen trozo de costilla acompañado de unas buenas patatas, muy bien asada, jugosa por dentro y tostadita por fuera, muy buena elección.
Y de postre flan casero de chocolate, muy bueno también.

En resumen, el sitio entre semana se limita, o eso entendí yo, al menú del día. Un menú muy bien cocinado y muy bien de precio por lo que me pude percatar, en un lugar escueto, mantel y servilleta de papel pero recomendable para tomar comida casera.