Santoña siempre es sinónima de anchoas, veníamos de la feria de la anchoa y del record de sobao de anchoas. Paramos a comer en este sitio. Como no podía ser de otra manera invitación, sin posibilidad de ni intentar pagar y más conociendo a nuestro anfitrión, anchoas como centro de atencion, conversacion y comida haciendo alguna referencia al embotado de bonito y relanzon en resumen una maravilla.
Como veníamos de comer infinidad de anchoas en la feria no había mucha hambre así que de primero optamos por unas gambas a la plancha y de segundo un pescado cada uno.
Las gambas muy fresquitas, un tamaño majo y preparado a las mil maravillas, vuelta y vuelta, una delicia.
De segundo pedimos mero y rodaballo. Yo tomé rodaballo bueno de sabor pero demasiado graso para mi gusto, y cortado como justo a mí no me gusta nada que me corten el pescado, siempre he pensado que el pescado ha de servirse entero, o como mucho medio pero lo de cortarlo en rodajas me parece una cutrez y una manera de que pierda la mayoría de su sabor, creo que se debe vender la pieza entera dependiendo del número de los comensales.
Y el mero que según Agustin estaba muy bueno, le creo, pescador de toda la vida y familia de pescadores, lo que me extraña es que le guste el pescado.
Para beber una botella de Marqués de Riscal.
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |