Llevaba casi toda la semana buscando un lugar donde desayunar salado y tradicional, en concreto empanada, que aunque os parezca mentira es difícil de encontrar la susodicha.
La tortillas tipo Betanzos que estaban haciendo y vendiendo continuamente tenían una pinta buenísima y ya que estábamos decidimos probarla, he de deciros que había cola pidiendo pinchos de tortilla.
Al final la empanada también cayó, era de bacalao y bien jugosa, me quité un antojo de encima.
Ufff el pan, un buenisimo pan gallego que acompañana a la tortilla.
El desayuno perfecto.