Hemos comido…en Kandela, la apertura de un nuevo local es siempre motivo de regocigo para la comunidad foodie de Cantabria y esta vez no podía ser menos.
Con el sello de Carlos Crespo,este precioso local situado en la calle Bonifaz abre sus puertas con una oferta en torno a la brasa, una tradición cantabra que se ha ido perdiendo poco a poco y de la que quedan pocos locales en nuestra comunidad. La oferta de carnes es amplia y de calidad, también existe la posibilidad de tomar pescado a la brasa, de hecho fue una de nuestras opciones a la hora de comer.
El primero en atendernos fue David, un antiguo conocido, nieto de Eliseo, el antiguo dueño del Solórzano, local donde empezó a dar sus primeros pasos y que le vio crecer, asi que su conocimiento del mundo de la hostelería es de nacimiento, lo lleva en los genes.
La brasa está capitaneada por Fabio Alonso, con quien coincidí en otro restaurante y que me soprendió gratamente. Posee un amplio curriculum del que cabe destacar El Cenador de Amós, Goizeko Wellington, ConLaya,, etc…
Comenzando con unas verduras a la brasa. Como las que suelen servir en la mayoría de las brasas, además encontrarme seta de bandeja en la ración no me motiva lo más mínimo, destaca el corte del brócoli, mejor dicho este híbrido de origen japonés llamado bimi.
Bonito a la brasa con salsa de tomate. Una maravilla, se puede decir más alto, pero más claro, en su punto perfecto, el tomate es espectacular, sin nada de azúcar añadido (algo que me espanta) y con su peculiar acidez, ALELUYA!! Una ración de temporada que no te puedes perder.
Muchos cortes de carne donde elegir, a cuál mejor: tomahawk, t-bone, chuletón, molleja, picaña, etc… Nosotros tomamos un entrecote que me sedujo nada más ver la pieza y que resultó exquisito, acompañado de unas buenas y ricas patatas fritas, la mejor guarnición del mundo. La carne es un lujazo, y el punto de brasa es perfecto.
El local dispone de una luz íntima y de una decoración muy acorde al entorno, muy agradable. Se abre una nueva puerta para los amantes carnívoros a la brasa, un tipo de local que se echaba en falta en la oferta de nuestra ciudad.
