Hemos Comido…en Liébana, en Vieda, a un par de kilómetros de Potes, en la carretera a Palencia.

Una vez en Vieda, después de visitar la panadería, me quedé a comer en La Venta de Vieda, que forma parte del complejo hostelero-panadero de la zona. Tiene una terraza privada en la parte posterior que es digna de visita, cubierta y con la brasa a la vista, da a una arboleda aledaña al río que de por sí reconforta.

La Venta de Vieda

La Venta de Vieda

La Venta de Vieda

La Venta de Vieda

La Venta de Vieda

El día imponía algo fresco y cayó un tinto de verano, bien cargado de hielo, en días así me entra particularmente bien. La carta es la clásica de la zona, típica de lugares que esperan mucho turista, pero si entresacas te encuentras con sorpresas y bien agradables, como pueden ser el inexcusable de la zona, el cocido lebaniego, el plato lebaniego de huevo, lomo, picadillo y borono, el quesuco fresco de Pido con orégano y tomate y las carnes, hay gran presencia de vinos de Liébana.

La Venta de Vieda

Tomé de primero el tomate con quesuco De Pido (de Toño, quesería Lebánes). Un tomate de huerta, de variedad rosa de Barbastro, que le iba al queso como anillo al dedo, la ración era perfecta para dos.

La Venta de Vieda

Por supuesto, acompañando la comida con pan de Vieda, un pan natural artesano de leña que se presta para untar, con un aroma único y una miga menos esponjosa que los panes industriales pero de gran sabor y poder de subción de líquidos.

La Venta de Vieda

La Venta de Vieda

De segundo entrecote de vacuno mayor, vaca pinta. Muy bueno, le acompañaban unas buenas patatas fritas y venía servido en una cerámica caliente, así que si quieres que se siga haciendo lo dejas en la fuente, en caso contrario lo pasas al plato.

La Venta de Vieda

La Venta de Vieda

No pude con más ya que las raciones son muy generosas, café y aire…pá casa.

Por El Mule

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