Hemos Comido…en La Taberna del Herrero, en el nuevo espacio inaugurado recientemente, situado en la primera rotonda de entrada a Santander a través de la S20.
Marzo 2018. Asistimos a la inauguración y desde aquellas fechas tenía ganas de pasarme, pues el local resulta muy bonito de aspecto y decoración, a la par que de descomunales dimensiones.
Acababa de salir de un curso y la hora era algo tardía. Me acerqué, había sitio y enseguida me sente a ver «qué se cocía».
Me entregaron la carta y, a parte impreso en una hoja, el menú del día. Al final me decidí por dos elaboraciones de la carta, pero me cobraron un menú del día.
El pan resulta de lo más apeteticeble, desde que ves como lo cortan en un lugar destinado a tal efecto, hasta que te lo sirven y lo pruebas. Recio pan de torta, de buen sabor y gran cantidad de alveolos.
Comenzé con una sopa de ajo. Diferente, acompañada de trocitos de jamón y chorizo, y el pan algo más deshecho que en la receta tradicional. Muy buena de sabor y una ración enorme que no llegué a terminar. Esta sopa castellana de humilde origen es para mí una de las grandes recetas de la cocina española, donde con unos ingredientes básicos se consigue un resultado espectacular.
De segundo tomé costilla asada a baja temperatura. Acompañada de una salsa con cierta simulitud en sabor con la típica salsa agridulce. La carne se deshacía y los huesos se separaban por sí solos; venía con poca grasa, fruto de la lenta cocción. Presentada sobre una generosa cama de patatas, bañadas en la salsa que acompañaba a la carne. Por cierto, la costilla era de angus, un acierto total. Para rechupetearse los dedos.
Una buena comida que no pude terminar con un buen postre, debido a la gran cantidad de las dos raciones. El precio muy bueno también. El lugar se sitúa a la par de las otras dos tabernas: buena elaboración, buen precio y un servicio perfecto.
Por El Mule
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