Hemos comido…en este local y algo que nos gusta mucho es la amabilidad que se respira, siempre hay caras sonrientes que logran que te sientas lo más cómodo posible.

Después de nueve años en El Risco con Inés Villanueva, el cocinero Eduardo González, junto con su esposa Marisa Agüero y más adelante con el respaldo de sus hijos y sus nueras, inició una andadura en solitario en el corazón del casco histórico de Laredo, en un edificio monumental en La Puebla Vieja.

El restaurante La Abadía cuentan con un menú diario muy digno, que los fines de semana se resalta con nuevas propuestas. Además, dispone de un excelente menú especial, con cuatro propuestas de primeros, segundos y postres, con platos propios de la carta (espinacas con langostinos, cecina del Bierzo, foie, ensalada de capón, bacalao, lubina, entrecot, chuleta, lechazo asado, leche frita, flan, tarta de hojaldre, tarta de queso…).

Nos traen la carta y notamos que la han cambiado, ahora ya tienen una carta de comidas y otra para los vinos. Esta última la han ampliado introduciendo en ella unos cuantos vinos de diferentes denominaciones. Cabe señalar que está muy usada, deberían ir pensando en utilizar un poco más el ordenador y en quitar todos los apuntes a lápiz que hay en ella, pero eso siempre es un comentario nuestro.

Somos dos adultos y una niña para comer. Para la peque pedimos un poco de carne y nosotros nos ponemos en manos de Eduardo, que nos sirva lo que él crea mejor para comer y para beber.

Comenzamos con ensalada de verdel curado, salmón ahumado, algas y anchoas, lleva también puerro y tomate. Las algas estaban exquisitas, en su punto, muy carnosas y agradables. Las anchoas y el salmón de buena calidad.
Seguimos con jamón de capón, curado en casa y preparado por ellos. Con un adobo muy rico, muy bien cortado, ni muy gordo ni muy fino, lleva aceite de oliva, tomillo, romero, eneldo y cóctel de pimientas (negra, blanca y verde).

Como plato de pescado nos sirvieron brocheta de rape, champiñón y langostino. Lo presentan en una gran fuente y el camarero se encarga de soltarlo de la brocheta y emplatar a cada uno su ración. Aparte te sirven un aceite de ajo por si te apetece. Nosotros no lo usamos con el rape, pero lo probamos después y estaba muy rico. El rape y los langostinos muy sabrosos y en un punto de cocción difícil de mejorar, buenísimos, al igual que los champis. Un plato bueno y sabroso.

Y como carne tomamos un solomillo al foie relleno de hongos. Dos filetes de solomillo y en medio el foie fresco y los hongos. Muy rico, con una salsa española por debajo y un punto del aceite del foie que pegaba muy bien. Una pena que, desde nuestro punto de vista, los filetes fueran finos y estuvieran un poco hechos de más, lo que no quitó para que estuvieran sabrosos. El plato llevaba de guarnición un rollito de jamón con espárrago triguero y queso. Un detalle muy rico.

Para terminar y como plato dulce, unas tartaletas de almendras con chocolate y leche frita. Un postre templado, rico y sabroso. Las tartaletas llevaban crema y debajo de ella chocolate. Y la leche frita, tal cual, en su punto.
El vino de Sardón de Duero combinó muy bien. Sólo decir que hace falta en la temperatura exacta y el servicio del mismo estuvo bien.

Lo pasamos bien, nos atendieron bien y en general estuvimos muy a gusto. Esperamos volver y seguir disfrutando.

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Comedor Restaurante La Abadia Laredo
Respigos Restaurante La Abadia Laredo
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Instalaciones Restaurante La Abadia Laredo Instalaciones Restaurante La Abadia Laredo
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