Hemos Comido…en Mundaka, la meca del surf vasco, en un paradisiaco lugar al final de la reserva de la biosfera de Urdaibai justo en la desembocadura de la ría.

Julio 2017. Es una pena que en un lugar como este, tan protegido urbanísticamente hablando, te encuentres un bodrio de características épicas como la urbanización que se ve desde todos los sitios y que ensombrece el paisaje de los alrededores, donde prima la integración en el medio ambiente de la mayoría de las construcciones, aún así el sitio es un espectáculo de belleza cantábrica.

Restaurante Portuondo Vizcaya Mundaka

Restaurante Portuondo Vizcaya Mundaka

Restaurante Portuondo Vizcaya Mundaka

Comimos en el Asador Portuondo, famoso por su buen producto y su ubicación en una de las laderas que acceden a la ría, las vistas son para olvidarte de comer y gozar con la naturaleza que lo rodea, monte, ría, mar.

El asador se divide en diferentes comedores y dos ambientes, unos de restaurante y otro más informal, situado en un local aledaño. 

Restaurante Portuondo Vizcaya Mundaka

Restaurante Portuondo Vizcaya Mundaka

La oferta de pescados estaba disponible a vista en la entrada, pudimos ver besugo pequeño como de ración, rey del mismo tamaño, sapito (rape pequeño),  lenguado, etc… Un  pescado de buen aspecto y aparente frescura.

Restaurante Portuondo Vizcaya Mundaka

Una barra en la entrada, donde esperar a que te situen pues los comedores se encuentras diseminados por el edificio con alguna que otra trampa, escalón o viga que como no te adviertan te los tragas.

Restaurante Portuondo Vizcaya Mundaka

La carta de vinos resulta realmente extensa, hay una gran variedad de vinos locales, chacolís y una fuerte apuesta por cavas y champagnes a parte de riojas, riberas y sobre todo vinos de carácter nacional.

Restaurante Portuondo Vizcaya Mundaka

En la fotografía superior podeis observar el lugar donde nos situaron y sus magníficas vistas.

Restaurante Portuondo Vizcaya Mundaka

 La carta es bastante básica, como la de la mayoría de los asadores, destacando los pescados y las carnes, más algún que otro producto de cercanías.

Restaurante Portuondo Vizcaya Mundaka

Con la comida nos acompañó un vino del entorno, Itsasmendi 7, un chacolí con un porcentaje de aproximadamente un 20% de riesling, con más estructura, cuerpo y sensación de untuosidad que los habituales. Un vino de color limón verdoso y notas cítricas, fresco.

Restaurante Portuondo Vizcaya Mundaka

Comenzamos abriendo boca con un gazpacho, un detalle de la casa antes de entrar a mayores.

Restaurante Portuondo Vizcaya Mundaka

Continuamos con unos pimientos de Gernica, los famosos pimientos de la localidad vizcaína. El pimiento de Gernika era conocido inicialmente como Pimiento de Bizkaia. Es una variedad que se ha adaptado perfectamente a la climatología cantabrica. Tiene diferencias con otros pimientos verdes en las características de fruto, tanto en el grosor de la pulpa (menor en el pimiento de Gernica), como en la presencia de una epidermis gruesa que llega a formar «pergamino» así como en la intensidad del color y del sabor.

Restaurante Portuondo Vizcaya Mundaka

 Un rico pimiento que por sí solo o como acompañante a otros platos resulta delicioso, algo que hay que probar si te acercas a la zona de influencia de Gernica.

Restaurante Portuondo Vizcaya Mundaka

Restaurante Portuondo Vizcaya Mundaka

Tomate del Urdaibai. Acostumbrado a los tomates que habitualmente como estos me resultaron muy pobres, verdes y carentes de sabor; la ración exigua para el precio, un tomate cortado con mandolina, vamos que me decepcionaron. Venían acompañados de unos pimientos con un corte similar y bonito de embotado artesanal que al igual que el tomate carecía completamente de sabor. No me gustó nada esta ensalada.

Restaurante Portuondo Vizcaya Mundaka

Restaurante Portuondo Vizcaya Mundaka

Restaurante Portuondo Vizcaya Mundaka

Restaurante Portuondo Vizcaya Mundaka

Por cierto, éramos dos comensales. De segundo nos pedimos un besugo que tampoco resultó de mi agrado por dos razones, estaba bastante machacado como si fuera de arrastre o congelado y le acompañaba, como suele ser habitual en las vascongadas, de una bilbaína, refrito de ajos símbolo inequívoco de dos cosas una, puede ser que no sea muy fresco el pescado y se disimule con este refrito o, lo más habitual, que a la gente no le gusta el sabor del pescado y lo enmascara de esta manera. Así todo, el fin de semana anterior había comido un besugo de anzuelo en Comillas a la espalda solo con sal que resultó una experiencia religiosa total, cuasi mística. En fin, el besugo no estaba ni mucho menos a la altura esperada y eso que el precio resultó de escándalo: 74€. 

Restaurante Portuondo Vizcaya Mundaka

Un postre con varias tartas que quiso el otro comensal.

Restaurante Portuondo Vizcaya Mundaka

Un sorbete de limón bastante bueno.

Restaurante Portuondo Vizcaya Mundaka

Restaurante Portuondo Vizcaya Mundaka

Y dos cubatas de Zacapa para disfrutar del paisaje.

Restaurante Portuondo Vizcaya Mundaka

En resumen, falló estrepitosamente en la mayoría de las elaboraciones, me pareció un auténtico lugar de postureo más que un recurso gastronómico, y el precio desorbitado. Ya sabíamos a lo que íbamos, pero nos esperabamos otra calidad de producto.

www.restauranteportuondo.com

Etiquetas del articulo

Compartir

Categorías
Scroll al inicio