Septiembre 2015. Para quien dude dejo una foto de la plaza desde el balcón del edificio que os hablaba. El lugar es uno de los clásicos enormes con cantidad de mesas enfocado a turistas, pero habíamos salidado de Santander a las cinco de la mañana y ya eran cerca de las cinco de la tarde y todavía no habíamos comido, así que hicimos comida-merienda.

Carta y mesa al estilo fast-food, papel a modo de mantel y carta extensa con una fuerte intensidad en el apartado fritos, que fue prácticamente lo que comimos.

Comenzamos comiendo el clásico pan con tomate, muy bueno, es algo que me encanta y que enaltece el caracter andaluz siempre presente en la sociedad catalana. Este pan es fruto de la herencia de los trabajadores andaluces, murcianos y extremeños que emigraban hacia estas zonas de España.

Comenzamos con unos calamares a la andaluza, bueno, no estaban mal, acompañados de unos pimientos de piquillo y la siempre sobrante rodaja de limón.

Continuamos con unas croquetas, normallitas y unos buñuelos de bacalao, sin prácticamente sabor salvo el del típico del frito, como a churro. Estos últimos también acompañados de limón, parece mentira que siendo como es Barcelona puerto de mar todo lo referente a pescado venga acompañado de limón.

En resumen, no sé lo que se pagó pero supongo que entraba dentro de lo normal a la vista de la carta. El servicio estuvo a la altura, correcto en todo momento y muy profesional. Por cierto, aquí arriba teneis la foto prometida.

Rambla de Cataluña 2-4 08007 Barcelona 933184041