Los Palmeros

Hemos Comido…en Los Palmeros, yo por segunda vez, en ninguna de las dos ocasiones nos ha defraudado.

La primera ocasión comimos cinco personas, todos lechazo asado y chuletillas, muy bueno por cierto, de primero no me acuerdo de los entrantes, pero si de que mi padre pidió un revuelto de sesos y gambas que no me atreví a probar pero según el delicioso.

En esta ocasión venimos de Zamora un poco defraudados de la gastronomía local y pasamos a esos de las 11:30 por Frómista, paramos a tomar un café y nos acercamos a Los Palmeros, le pegamos un repaso a la carta y decidimos hacer tiempo hasta que nos dieran de comer. Nos dimos un paseo por este bello paraje palentino, descubrimos dos iglesias románicas, una San Martín ya conocida. También en la cumbre del pueblo otra en la que había una exposición en torno al Camino de Santiago bastante interesante.

Llegada la hora comimos en la terraza y la verdad es que nos costó decidir por un plato, pues la mayoría tenían un aspecto de lo mas apetecible, en la carta venía incluso la composición del plato algo que veo por primera vez en una carta.

Tras darle muchas vueltas tomamos el menú Siega y Trilla, que en ese momento era lo que mas nos apetecía.

Comenzaron con un aperitivo de bienvenida consistente en una sopa de calabaza, un autentico puré de abuela de esos que ya no se encuentran tan fácilmente, muy bueno de sabor y presentado en una mini sopera monísima, «uig que mono me ha quedado».

Comenzando ya con el menú el primer plato consistía en una ensalada de pochas y pichón escabechado, algo muy sabroso, me encantó el plato, acompañado de trozos de pimiento crudos, diminutos, una auténtica delicia.

Nada más acabar nos sirvieron el siguiente plato, rape en tempura con carabineros, el rape muy en su punto, la tempura triscante, acompañado de un carabinero y con una salsa de muy buen sabor a carabinero otro acierto de plato, magistral.

El siguiente consistía en lomo de corzo con reducción de Oporto, por cierto una carne gratamente sorprendente, con un punto perfecto de plancha y un sabor buenísimo, lo que no me pegaba nada era la compota de manzana que lo acompañaba, pero sin problemas dejándola a un lado todo arreglado. La salsa que lo acompañaba perfecta.

De postre algo que me sorprendió gratamente, sopa de yogurt con frutas de temporada. Un yogurt muy suave con melón, fresas y una confitura de frambuesa exquisita, me encantó el postre. Una mezcla de frutas y yogurt exquisita.

Con el café nos sirvieron unas pastas de canela, un sorbete de mandarina y nuez caramelizada, todo muy bueno.

En resumen, el lugar merece la pena, el servicio impecable, las instalaciones muy buenas, hasta el precio se me hizo bueno. Ya volveremos.