Hemos Comido…en el restaurante de Los hermanos López. Aportaron el golpe de horno generacional a un restaurante ya acreditado en la vía tradicional por su padre.
Héctor apostó por una combinación comedida pero perfectamente definida, entre la herencia ortodoxa y el “aggiornamento” de una despensa muy sólida de la despensa rural, tanto de montaña como de litoral. El cambio de estilo coincidió, en coherencia, con una reforma de los equipamientos y servicios del restaurante, el cual, desde sus orígenes como cafetería, ha cumplido el medio siglo en espléndida e irresistible ascensión, la misma que comparte con el cocinero su hermano Francisco, al frente de la sala.
De entrado nos sirvieron un vaso de Brandada de Bacalao con espuma de Tomate agradable y refrescante, seguidamente un Carpaccio de Atún, servido lo más fino posible, lo que realza la textura del pescado que acompañada por el tomate rallado, un buen aceite, unas gotas de vinagre de Módena y la sal Maldon hacen de él una delicia al paladar, a continuación sirvieron un Pulpo a la Parrilla con Crema de Cachelos y Aire de La Vera, buenísimo es poco, El último de los entrantes fue una Vieira con Crema de Patatas y Cebolla, otro plato muy logrado y perfecto. Como plato de pescado nos sirvieron un Rape con Pisto con un punto perfecto una fina capa de toque de plancha que a mí me encanto, y para terminar Lomo de Ternera con Risotto de Queso del Cebreiro magnifica la carne, cocinada al punto y llena de sabor aun siendo ternera. De postre El primero fue la Crema de Queso con Gelatina de Miel y Granizado de Manzana. El menú finaliza con un Coulant de Chocolate con Helado de Albaricoque servido sobre un sorprendente lecho de Corn Flakes. Interesantísimo lugar si pudiera puntuar a este restaurante en una escala del uno al diez mi puntuación seria once, es sin duda el mejor restaurante de Lugo y con una diferencia abismal a sus competidores mas cercanos. Un sitio inolvidable es una pena estar a cinco horas de coche.
