A más de 700 metros de altura, allí donde el aire es y se percibe puro, la contaminación tan sólo es algo de lo que los de la ciudad no dejan de hablar.

El pueblecito lebaniego de Tudes marca un determinado punto de inflexión. Y es que llegados a este paraje natural los apetitos se despiertan y en definitiva todo se saborea mejor. En este escenario inigualable una nueva idea acaba de prender en la realidad empresarial de la pequeña localidad del valle de Vega de Liébana. Inicia su andadura la novísima, y única en toda la cornisa cantábrica, planta de tratamiento de carne de caza. En efecto, «Verde Liébana, Carnes y embutidos de caza, El Lebaniego» se abre paso siendo la única planta de manipulación y posterior embuchado de carnes de caza de todo el Norte de la Península.

Desde País Vasco a Galicia alguien tenía que hacerse cargo del excedente de caza de magnífica calidad que los cazadores no emplean para su propio consumo, y eso mismo es lo que tuvieron muy claro Inmaculada Prado y su esposo Óscar Fabuel, propietaria la primera y gerente el segundo de esta empresa cárnica. En su pequeña fábrica, la que ellos mismos afirman «nunca producirá ingentes cantidades para poder garantizar siempre nuestra calidad», allí mismo, delante de sus ojos el rojo intenso del pimentón dulce, se entremezcla con las hebras de excelente carne magra, el beige del ajo picado y la blancura de la sal, emanando un aroma que ya anuncia el producto final instantes antes de ser embutido en las luengas tripas. Luego, una vez etiquetado se airearán en una estancia cuyas vistas del Naranjo de Bulnes, el Pico San Carlos y La Viorna es digna de los ventanales del mejor salón de estar. Es ésta una iniciativa en la que se encuentran inmersos y que sale al paso de una necesidad que en opinión de estos jóvenes empresarios era acuciante, máxime en una zona como la reserva de caza de Liébana, la mayor de Cantabria, donde la magnífica calidad de los bosques, pastos y manantiales sirven de fuente de alimento de especies autóctonas como el jabalí, corzo y demás, cuya apreciada carne es garantía de calidad en la gastronomia cántabra.

El viaje a Tudes

2011_prado_trevilla_100_001 2011_prado_trevilla_100_002
2011_prado_trevilla_100_003 2011_prado_trevilla_100_004
2011_prado_trevilla_300_001 2011_prado_trevilla_300_002

2011_prado_trevilla_300_003

El entorno

2011_prado_trevilla_300_004 2011_prado_trevilla_300_005
2011_prado_trevilla_300_006 2011_prado_trevilla_300_007

Las instalaciones

La caza de venados no siempre comienza con las botas embarradas y una escopeta al hombro. Muchas veces el primero disparo se da con el bolsillo en una habitación con calefacción. Eso es lo que ocurrió ayer en Vega de Liébana, donde se celebraron tres de las 52 subastas de partidas de caza que el Gobierno regional ha asignado este años a diferentes ayuntamientos y pedanías de la región.
 
Uno de los objetivos que persigue la Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Biodiversidad con este sistema es controlar la población de animales, ya que el número de animales adecuados por hectárea muchas veces se supera y termina afectado a las fincas de la zona.El mecanismo de la subasta es muy sencillo. Hay un precio inicial establecido y, después, cada cazador puja con cantidades también marcadas. Por ejemplo, en la primera de ellas celebrada ayer, en Vejo, el precio de salida fue de 700 euros, y luego se fue subiendo de 50 en 50 euros.Rufino Alonso Fernández se llevó la subasta de la partida de Vejo al poner sobre la mesa la cifra más alta: 1.100 euros. El día de la caza ya está marcado, será el próximo 20 de febrero. Lo llamativo es que este vecino de Barrio fue también el ganador de las otras dos que se celebraron, posteriormente, en el Ayuntamiento de Vega de Liébana. Éstas le salieron más baratas: 800 y 700 euros, respectivamente.No hay truco en las pujas de Rufino, sino un empecinamiento comercial. Los venadas que se cacen en esas tres partidas serán comercializados a través de la empresa El Lebaniego, la única planta de manipulación y embuchado de carne de caza del Norte de España.Situada en el pequeño pueblo lebaniego de Tollo, esta compañía se nutre del excedente de carne de alta calidad que los cazadores de la comarca cinegética de Liébana no emplean para su propio consumo.Ayer sólo se subastaron venados hembras y crías, pero como indicó el director de la Reserva del Saja, Ángel Serdio, a partir de primavera comenzarán las pujas para partidas de rebecos y corzos. Pero no todos apoyan este sistema.Aníbal Pérez, presidente de la Sociedad Cántabra de Fomento de Caza y Pesca, no entiende cómo se reparten estos permisos. «No hay estudios, ni planes, se adjudican a los municipios a dedo.Además, la Consejería no informa nunca a las sociedades de cazadores», se quejó en declaraciones a este periódico. Pérez reconoció que, hace años, participó a título individual en alguna de estas subastas, pero después lo dejó. «Desde la sociedad siempre buscamos batidas asequibles para todos, y estos métodos son para gente con mucho poder adquisitivo», señaló. Y es que, según su versión, para ganar una subasta hace falta desembolsar, de media, alrededor de 9.000 euros.
 
2011_prado_trevilla_400_014 2011_prado_trevilla_400_021
2011_prado_trevilla_400_022 2011_prado_trevilla_400_023
2011_prado_trevilla_400_026 2011_prado_trevilla_400_029
2011_prado_trevilla_400_031 2011_prado_trevilla_400_033

Algunos de los elaborados de Prado de Trevilla

2011_prado_trevilla_500_006

2011_prado_trevilla_600_003 2011_prado_trevilla_600_005
2011_prado_trevilla_600_012 2011_prado_trevilla_600_015
2011_prado_trevilla_600_020 2011_prado_trevilla_600_019
2011_prado_trevilla_600_022 2011_prado_trevilla_600_023
2011_prado_trevilla_600_024 2011_prado_trevilla_600_025
2011_prado_trevilla_600_029 2011_prado_trevilla_600_027

Algo sorprendente el cerdo celta en Cantabria

El cerdo celta está considerado una raza autóctona española de protección especial o en peligro de extinción. Se encuentra principalmente en el noroeste de España, en las comunidades de Galicia, Asturias y León y ahora en Cantabria, vuelven como antaño.

Esta es una raza que hasta los años cincuenta era el típico de los establos en Galicia y que fue desapareciendo poco a poco hasta nuestros días y hoy se encuentra en vías de extinción. Son animales muy largos, poco precoces (tardan mucho tiempo en crecer), con cabeza muy grande y con orejas muy largas que le llegan a tapar los ojos, muy altos y grandes andadores. La carne de estos animales es de gran calidad para la elaboración de embutidos y jamones y tienen gran cantidad de grasa.

El cerdo celta es un animal de sistema óseo y muscular muy desarrollado, sobre todo el tercio anterior, con cabeza fuerte, larga y carnosa; miembros alargados, dorso arqueado, grupa derribada, piel gruesa poblada de cerdas y cola larga. Son animales rústicos, ágiles, con buena aptitud para la marcha por su fuerte aparato locomotor que le permite recorrer grandes distancias en el pastoreo, como se hacía antiguamente con esta raza en Galicia.

2011_prado_trevilla_900_001 2011_prado_trevilla_900_002
2011_prado_trevilla_900_003 2011_prado_trevilla_900_004
2011_prado_trevilla_900_005 2011_prado_trevilla_900_006

2011_prado_trevilla_900_007

Presencia en las mas prestigiosas ferias gastronomicas

2011_prado_trevilla_900_093

2011_prado_trevilla_900_092

Tollo Vega de Liébana 39575  942738012 Fax: 942738187 contact@ellebaniego.com

www.ellebaniego.com

Etiquetas del articulo

Compartir

Categorías
Scroll al inicio