Hemos Comido…en Cirana, vuelta a un lugar que guardaba como un as en la manga.

Local pulcro y sereno, en el que nada destaca tanto como lo que te ponen sobre la mesa, con una vajilla a todas luces cuidada y que enaltece las elaboraciones.

Cocina y cocinero a la vista, de donde sales sin ningún olor incorporado por obra y gracia de la mala extracción. ¡Llevamos una racha de salir de ciertos locales con la cocina incorporada en la ropa… algo que me desagrada sobre manera!

Casa Cirana Santander

Tomamos un menú adaptado a celiacos. Desde la última vez que estuve tenía ganas de acercarme con mi mujer, y esta era la ocasión.

Casa Cirana Santander

Como aperitivo nos sirvieron un caldo de pescado. Para mí de merluza con miso, para mi mujer (celiaca) uno de bonito que probé y me recordó a un bonito que tomé aquí en lascas ahumado. Ambos caldos reconfortantes y sabrosos, buen comienzo, todo apuntaba a una comida de lujo.

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Siguiente pase, sarda curada con escabeche rojo. Este es un clon del escabeche de mejillones. Sarda a pelo con una base de escabeche, esto es una gozada en todos los aspectos.

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Torto de steak tartar y queso ahumado para mí. Para el otro comensal lo cambiaron por el lomo de tudanca curado en sal, carne que se utiliza para el steak. Ligero, levemente madurado y con un picante justo, sencillamente delicioso; la anchoa que le acompaña es un maridaje perfecto, nunca pensé que le podían ir tan bien anchoa y carne.

Casa Cirana Santander

Cogollo, ajada y papada ibérica. Los cogollos en mi casa son una suerte de verdura sin oficio ni beneficio, pero hoy hemos cambiado de parecer. El ligero tueste, la untuosidad de la papada y un pimentón con carácter hacen junto con la maestría del cocinero que me replantee mi opinión sobre esta verdura.

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Del refrán sobre las lentejas: “Si las quieres las comes y si no las dejas”, soy más bien seguidor de la segunda parte, siempre las dejo salvo en raras ocasiones. Hoy me han gustado mucho, esa suerte de especias que las acompañaban aportaban bastante a su escaso sabor y los tendones se integraban a la perfección en este guiso fusión: el origen de la lenteja se sitúa en Medio Oriente, los masala son hindúes y la tudanca creo que todos sabéis de dónde es.

Casa Cirana Santander

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Codorniz escabechada, remolacha y mostaza. La mostaza es algo a lo que no me puedo resistir, cuando en España no era demasiado popular en mi casa se consumía la mostaza al estragón de Loiut en grandes cantidades, influencia de mi abuela que no sé dónde había adquirido el gusto. Hoy en día en más fácil de encontrar, pero no existe una cultura de la mostaza, si vas a mi casa siempre vas a encontrar cuatro o cinco diferentes. La codorniz estaba en su punto, un punto muy crudo para mi gusto, pero perfecto para mi acompañante, de todos modos, es una ración muy a tener en cuenta.

Casa Cirana Santander

Lomo de tudanca con puré de apionabo, su salsa y berza. La carne no tiene desperdicio y la berza me ha encantado.

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Para terminar chocolate al whisky con tofe de cacahuete. Un vicio, según conclusión de ambos comensales.

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El restaurante es una delicia, tanto en lo gastronómico y como en la atención. El precio está muy contenido, se centra en producto y en un profundo conocimiento de cocina.

Casa Cirana Santander

Por El Mule

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