Como viene siendo habitual en los últimos años el primero de enero lo celebramos en El Riojano, este año continuamos con la tradición, lo único que empezamos un poco antes que otros años ya que termina llenándose y se complica el servicio a última hora.
Comenzamos con una mantequilla de muy buen sabor y unas lascas de sal muy habitual en estos tradicionales entrantes.
Las inexcusables e ineludibles gambas a la sal. Una delicia, no me canso de saborearlas y todas las que tome se me hacen pocas, un auténtico vicio.
Pisto. Con el inevitable y delicioso toque ácido que aporta un buen tomate y por supuesto su pimiento, el huevo tampoco es un convidado de piedra, aporta su parte, tanto por la clara como por la yema.
Bacalao en piperada. Un buen pedazo de bacalao, la piperada que le acompaña está brutal, pimiento rojo y verde con su pequeño aporte de tomate que en esta ocasión cede en acidez para ganar en dulzura. Una ración muy recomendable.
Para terminar secreto con chimichurri. En su punto, con unas patatitas asadas, se deshace en la boca y tiene el gran sabor del ibérico, es una ración de la que habitualmente repetimos.
Los postres.
Comida con Gramona Imperial, un clásico que tampoco falla.