La primera vez que vine a KANEDA me encantó, pero esta segunda vez me ha seducido por completo. Siendo como soy un defensor a ultranza de la cocina tradicional y del producto de cercanía, este lugar incorpora en su cocina oriental todo el producto local que puede.
Gioza de vaca madurada. Sabor a carne de verdad, de Cantabria y un toque picante perfecto. Es una gozada de sabor, sabor a Cantabria en una especialidad a asiática, si esto no es fusión que venga Dios y lo vea.
Muergos a la hainesa, capital de Vietnam (Hanoi) lima y cacahuete crujiente. Sorprende en boca y el toque de lima le va al pelo, otro producto de origen local, muergos.
Pan bao y chili crab de nécora. Para chupar, rechupetear y untar a muerte, un vició y crea adicción que lo sé; yo le añadiría algo más de picante, pero de todos modos está buenísimo. Una adaptación al marisco cantábrico.
Salmorejo, pan de gamba y atún. El salmorejo va bien cargado de ajo, lo cual me encanta, y el punto del atún es algo así como perfecto. Una delicia que me recuerda muchísimo a la porra antequerana con atún.
Sopa de dumplins, caldo de cerdo ahumado con aceite de chile aderezado con camarón rojo. Un intenso caldo que resucita a un muerto, este cocido asiático has sido un descubrimiento y una explosión de sabores, los contrastes entre el crujiente del cerdo, el marisco y los vegetales son una delicia. Cocina fusión cien por cien terminado con palo cortado y tostadillo, seguimos fusionando y utilizando producto de cercanía.
Deseando volver.
