La Jara, los madrileños preguntan por la camara oculta

Hemos Comido…en La Jara, un lugar donde te sientes como en casa porque así es su cocina, busca la mejor calidad para agasajar al cliente.

Carlos siempre ha buscado calidad a buen precio y esta es una de las máximas de la cocina tradicional, producto fresco, cercano y cocina de temporada.

La Jara

Comimos con el cava que suelen tener en barra.

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Comida con Agustín en La Jara, como en casa. Alubia blanca con chorizo, este último lo justo y un poco picante, fondo de gran sabor a verdura, buenísima alubia. Una alubia blanca que hace las delicias del mejor gourmet, con un buen fondo de verduras y muy buena alubia, sin romperse, nada pellejuda ni harinosa.

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Comimos pegados a un matrimonio madrileño que llevaba toda la mañana buscando donde comer y al final entraron en La Jara porque se lo indicó un parroquiano a la puerta.

Ya empezaron a preguntarse que con lo que estaban viendo servir como podía ser menú y cuando les “cantaron” la carta no sabían por qué decidirse, así que pidieron lo mismo que nosotros. Para empezar las alubias les dejaron boquiabiertos, preguntaban que cómo una legumbre podía tener tanto carácter y que el fondo que las acompañaba todavía aportaba más al guiso y que acostumbrados a grasientos compangos el hecho de tener un poco de chorizo y que no sea centro de atención se les hacía raro. Nos comentaron que nunca habían comido un guiso así, que les había encantado, que por ellos comerían todos los días guisos de estas características.

La Jara

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Bocartes con ensalada de tomates de Cantabria. Rebozado perfecto y el tomate en su punto, deliciosa mezcla, más una gota de buen aceite de oliva, el resultado es espectacular.

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Aquí ya se rindieron ante los bocartes con tomate de Cantabria, preguntaban que si les estaban tomando el pelo, que donde estaba la cámara oculta, que eso que les servían no podía ser un menú del día.

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Y apareció Carlos explicando él mismo qué ponen al menú del día a y generalmente a todo lo que hacen.

Los tomates eran de Cantabria y como tal les resultaron diferentes, algo que no habían probado nunca y que según su criterio “les habíamos jodido” ya que estaban acostumbrados y les gustaba el tomate de supermercado y ahora ya no lo iban a mirar ni a saborear de la misma manera. Si a esos tomate les acompañas de unos buenos bocartes pues imagínate, encima fritos en un buen aceite de oliva.

La Jara

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Y cuando nos vieron pedir callos de postre fue el acabose, aquí sí que no se creían que no hubiese una cámara oculta. De todos modos, probaron de nuestros callos y nos preguntaron que si habitualmente se come así en Cantabria.

Nuestra respuesta fue sencilla: «En Cantabria se come bien». 

La Jara

Y a buen PRECIO.

Por El Mule

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