Cocina sin ambigüedades, muy enraizada en la temporada, así que centramos varias elaboraciones en el bonito, elaboraciones que marcan un antes y un después.
El tartar se sale y el bonito en vinagreta es espectacular, punto del bonito, textura aterciopelada, Gustavo trata el producto siempre de manera sutil y perfecta.
El rape, otro ejemplo de punto perfecto.
La papada con langostinos es repetición, por algo será.
Los morros son golosismo puro, melosidad y gelatinosodad, sencillez y arraigo, un guiso de ahora y siempre.
El canelón de ropavieja fue un antojo desde el principio, un tradicional madrileño trasladado a hoy en día, una delicia de elaboración.
Albóndigas aptas para celiacos. Los otros dos comensales son celiacos y solamente tiene la oportunidad de tomar una albóndiga de esta alcurnia cuando comen con Gustavo, y es algo que aprovechan siempre que están disponibles, yo también participe de la fiesta y os prometo que cada vez que estén disponibles pienso pedirlas, son únicas.
Desfile de sabores el Laila:
Sopa de melón y sardina ahumada con tomate
Tartar de bonito
Tronco de bonito con vinagreta
Rape con chipirón, tómate y tapenade de aceituna negra
Papada con langostinos
Guiso de morros
Canelón de ropavieja
Albóndigas (sin gluten)
Tocino de cielo
Melocotones al vino