Comida en el Muelle, cuatro comensales a compartir unos entrantes y un arroz final. Dentro de los entrantes, pastel de cabracho, un unte muy agradable para comenzar la comida, yo siempre paso del pan tostado, me gusta más el pan de barra para estos menesteres.
La comida la acompañamos con un Fariña Primero. Recién salido de la bodega, una golosina con un sabor a fruta increíble, este año está como todos los anteriores, espectacular. Es un vino que expresa en toda su plenitud la variedad con la que está elaborado, la Tinta de Toro.
Continuamos con unas almejas con langostinos. Una ración que hacían mucho en casa de mis padres y que me trae gratos recuerdos, un poco picantillos.
Para terminar con los entrantes las falsas rabas. Unas rabas con pimentón y yema de huevo que están muy buenas, hay que probarlas para opinar, pero a mí y al resto de los comensales nos gustan, casi siempre que venimos las pedimos.
Para terminar un arroz castellano (o así lo titulamos). Un arroz con morcilla, costilla, chorizo, etc, que les quedó perfecto. A los cuatro nos pareció estupendo y distinto, algo cercano a los arroces zamoranos.
Arroz cuasi zamorano y un vino zamorano, un maridaje perfecto.
Tarta de queso horneada para terminar.
Comida de lujo con comensales de lujo, Fonso, Valnetín y Berta.
Por El Mule