Hemos Comido…en Berria, una playa que siempre me viene a la cabeza por una edicificacion en forma de barco que al parecer era un casino.
Cuando veníamos a la playa de Berria con mi tío Carmelo siempre nos quedabamos a la altura de esta edificación, así que me trae muy buenos recuerdos de familia, días enteros de playa, yendo y viniendo sin control, por todo el arenal.
Otro de los atractivos del emplazamiento del hotel son sus vistas, al Cantábrico por un lado y a las marismas por otro. Unas vistas que siempre tienen algún aliciente, en invierno la oscuridad del mar, la tormenta al fondo, un mar bravo y precioso (se nota que es mi estación favorita), y en verano la luz de un día de nordeste acariciándonos la brisa suave veraniega y mucha luz.
Siempre pensaré lo mismo Cantabria, ha de venderse por lo que es, por sus inviernos y por sus veranos, sin olvidarnos de los ocres otoñales y las verdes y coloridas primaveras.
Las jornadas comienzan con unos entrantes.
Salmorejo con anchoa. A primera vista engaña, parece el salmorejo de siempre pero en cuanto tomas la primera cucharada el cambio es total, tiene un apetecible sabor a anchoa, muy distinto al salmorejo habitual.
Tapenade de aceituna negra y anchoa sobre crujiente pan. Muy apetecible y agradable al paladar.
Para terminar con mantequilla de anchoa. Generosa en el tamaño, pero por muy grande que sea siempre se te va a hacer poco, es la primera vez que la tomo y resulta asombrosa, la espina deshidratada añade un toque, a la par que teatral, crujiente y agradable.
Comenzamos con dos tipos de anchoas del Cantábrico. Una a la antigua, con el sabor que debe tener una anchoa, sin quitar la piel, un elaborado ancestral y otra más actual, más suave, pero de igual calidad, tersa, libre de salazón y sin espinas. Dos anchoas deliciosas, difícil elección. El plato lo corona un pimiento de la zona que enaltece aún más la ración.
Ravioli de bogavante. Es algo que nunca me llena, porque habitualmente el relleno suele ser un puré, pero este tiene textura, carne de bogavante y un sabor muy marcado a marisco; la crema que le acompaña es similar una crema de marisco. Muy bueno, un ravioli generoso.
Al ser dos comensales uno pidió arroz y el otro bogavante a la plancha. El arroz estaba muy sabroso y con un generoso compango del marisco centro de las jornadas.
El bogavante que nos repartimos era de buen tamaño, unos 700gr., pero lo que más llamaba la atención es el punto de plancha, perfecto.
Para terminar, mi postre favorito y viejuno como el solo, adivina adivinanza.
Los viernes, sábados y domingos del 9 de Octubre al 9 de Noviembre
Las jornadas tienen un precio muy competitivo: 45€ por comensal, incluye tinto de Rioja o Albariño y café.
OFERTA MENÚ + ESTANCIA:
1 estancia de 1 noche para dos personas
2 menús de las jornadas gastronómicas
2 desayunos
PRECIO: a partir de 150€