Lo tengo pegado a casa y no me paso el día metido en el restaurante quizás por el hecho de que al estar tan cerca paso delante y no lo veo, pero cada vez que vuelvo me doy cuenta de que tengo que venir más pues su cocina es diferente. Es un restaurante único en Santander, muy pocos ofrecen lo que Miguel y menos lo ofrecen con su buen hacer.
Su padre Miguel Ángel, guardián del feudo, complementa sabiamente la labor de sala dando palique a los allegados y siempre que puede invitando a un vino a los habituales.
Tacos de ternera de Cantabria, pepino y pesto de rúcula. Algo que repito, pero que en esta ocasión no estaban muy finas, les faltaba un toque más jugoso que es como suelen ser habitualmente.
Umma es un imprescindible de Santander, mejor que no lo conozcas, pues no sabes lo que te pierdes.