Desde antes que la historia tomara nombre, la humanidad se alimentaba de castañas y bellotas.

Ya dentro de lo que conocemos como historia, los romanos expandieron el cultivo de castaños, la castaña se convirtió en la base de la alimentación, bien como fruto fresco, seco o molido para hacer harina.

Castañas en la Plaza Porticada Santander

La llegada del maíz y la patata de América hizo que las castañas perdieran su protagonismo en la alimentación, pero se han mantenido tradiciones y consumo. Hay varias teorías sobre el origen del término magosto o magosta: Magnus Ustus (gran fuego) o Magum Ustum (resaltando el carácter mágico del fuego), o fiesta de las castañas, una fiesta presente en la tradición milenaria cántabra.

Castañas en la Plaza Porticada Santander

Antiguamente, en la fiesta de la magosta, extendida por casi toda Cantabria, la bruja estaba representada por la más ruin de las castañas asadas, que después de la celebración se enterraba bajo la ceniza de la hoguera. Castañas en la Plaza Porticada Santander

La oferta de castañas en  la ciudad siempre ha estado marcada por la originalidad de la mayoría de los puestos que la ofertan, habitualmente con forma de locomotora, casi siempre las castañas que ofertan provienen de Galicia, de Orense, una zona famosa por la excelente calidad de sus castañas.

Castañas en la Plaza Porticada Santander

Últimamente ha subido bastante el precio de la castaña asada en la calle, aunque aún resulta asequible y es una buena maera de entrar en calor en invierno. 

Castañas en la Plaza Porticada Santander

En Santander solamente tengo  localizados dos puestos, igual hay más pero no los tengo fichados, este de la Porticada y otro frente al tunel del Pasaje de Peña. Muchas tradiciones se pierden, pero la magosta se sigue manteniendo, al menos en las zonas rústicas y en muchos casos ha tomado significado festivo.

Por El Mule 

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