Hemos Comido…en Antídoto, una rareza en el panorama gastronómico laredano, calidad, buena cocina y buen precio.
Día de Reyes, por obligación, teníamos que desplazarnos a Laredo a la hora de la comida, de tal manera que nos acercamos a comer, en un dia tan señalado, a uno de mis favoritos en la villa pejina.
Por cierto, pejino viene de peje, que a su vez proviene del latín piscis. En su origen, este término era utilizado en la costa cántabra para hacer referencia en especial a los marineros, si bien posteriormente se ha utilizado para hacer referencia, genéricamente, a los habitantes de los pueblos costeros de la zona oriental, en pueblos de la costa occidental, como San Vicente de la Barquera, se utiliza el término pejín.
La carta sigue similar a la que me encontré en la última visita.
Habiendo carrtera de por medio me quedé con las ganas de tomar un vino, mis dos acompañentes se tomaron un par de copas, Biurco, un Sauvignon blanc de La Rioja y Manuel Bea, un albariño. No sé que deciros de estos vinos, pues no los probé, pero a ellas les gustaron, ya que ambas pidieron de una segunda copa.
De aperitivo, una tapa deliciosa, niguiri de huevo y trufa. Con un grato aroma y sabor a trufa, un bocado que te explota en la boca y que aventura una comida diferente.
Ensalada de cogollos. Supera las espectativas de cualquier ensalada. un toque de centollo la hace diferente y la gran cantidad de queso, a primera vista. no enmascara el resto de sabores. Deliciosa.
Sogi-zukuri. Establece un antes y un después, esta elaboración de atún… no es que sea buena, es mejor que buena, y eso que de un tiempo a acá estoy cansado de tanto atún.
Lubina. Ya la conocíamos de una visita anterior, resultó del total agrado de los dos comensales que la compartieron, al igual que los vegetales que la acompañaban.
En taco de bacalao. Coronado con una yema, te deja la boca abierta a la vista de tal insigne tajada, pero cuando lo tomas junto con la migas el placer resulta doble.
Para terminar, un a caballo entre helado y sorbete de maracuyá, con un toque de acidez perfecto.
En fin, de lo mejorcito de la zona, la visita es obligada y el precio goza de un RCP como pocos en los alrededores.
