Un destino que lleva unos años saliendo del hoyo gastronómico donde perdió todo su encanto inicial y que está volviendo a recuperar gracias a hosteleros que retoman las ganas que tenían los que iniciaron esta zona. Al Pesquero siempre se vino a comer cocina de pescadores y pescados que salían directamente de los barcos de pesca.
Y aquí vinimos a comer una de las especializades de la zona, la paella del Pesquero. Arroz elaborado en paella con fumet de pescados locales y con los mariscos disponibles en la fecha, habitualmente langostino, cigala, mejillón, almeja, gambón y calamar.
Con todo esto nunca puede estar mal y justamente en esta ocasión la paella estuvo francamente buena, diría que buenísima. Éramos cinco personas y tocamos a algo más de dos platos por comensal, platos de arroz que es el que recibe los sabores de los mariscos y está de lujo.
Antes de comenzar tomamos unos tomates de Cantabria para ir abriendo boca.
Y un postre por cabeza, los cuatro diferentes. Aquí no puedo aportar factura ya que esta vez no me tocaba pagar a mí.
