Gómez Fusión se consolida, poco a poco, como una de las ofertas más completas gastronómicamente hablando de la zona del paseo de Pereda.
Cesar Villacorta nos ha deleitado con un menú donde no había peros posibles. Lo más asombroso de todo es que los santanderinos no lo conocen, su clientela es mayoritariamente visitantes de la ciudad que repiten. Por cierto, todo el menú sin gluten, habíamos reservado y avisado.
Un salmorejo sin gluten con salmón marinado increíble. Mis dos acompañantes celiacas acaban de cambiar de salmorejo preferido y han establecido este como el mejor, según su parecer, apto para celiacos. La verdad es que no hay prácticamente diferencia con uno tradicional, este estaba hecho con tomate de ceranía y es algo que se nota, que potencia el sabor de esta sopa; el salmón le aporta un toque delicioso.
Repetimos con la causa, pues nos dejó asombrados la vez anterior. Y sigue igual de buena, un pequeño toque de mostaza en la mayonesa, más el ligero picante de la base, hacen de ella una opción completamente diferente en el mundo de las ensaladillas, o causa.
Unas gambas marinadas. Aún pudiendo parecer lo contrario, resultaron demasiado suaves para mi gusto.
Las últimas alcachofas de la temporada, un adiós no, un hasta luego, ya que en otoño volverán. Para mí son un auténtico vicio y esta es una de mis elaboraciones preferidas, bien confitadas y después planchadas.
Pimientos rellenos de centollo, pero de centollo de verdad. Por supuesto que no incorporaban bechamel, digo por supuesto dado que mis acompañantes eran celiacas. Marcado sabor a marisco y gran cremosidad tanto en la salsa como en el relleno, muy buenos.
Una presa que no se la salta un gitano, la presa en tataki. Bien doradita en el exterior y muy jugosa en el interior, una carne muy melosa, sobre cama de parmentier y unos gajos de cebolla roja.
El postre, arroz con leche, muy Villacorta. Con un buen toque de vainilla, delicioso, si pudiera retirar el arroz ya sería estratosférico. Siempre me ocurre con este postre, me sobra el arroz, pero el sabor me encanta.
Nos acercarnos a Gómez por que mi hija había leído sobre la visita anterior y se había quedado con ganas, así que nos vinimos todos a probar esta cocina fusión, que como en la ocasión anterior no defraudó en ningún sentido. Buen servicio, buen precio y un entorno donde se puede disfrutar desde primera hora de la mañana hasta la última de la tarde.