Como la mayoría de vosotros sabreis, Días de Sur ha cambiado de gerencia hace ya unos meses, pasando del Grupo Zamora a manos de Carlos Crespo.
Se inauguró presentando en sociedad la nueva cocina (se puede ver en este link), que pasa a ser el centro y objetivo de atracción del cliente, y el nuevo aspecto da un ambiente más calido y luminoso.
El local sigue dividido en cuatro apartados, barra, comedor de picoteo a la entrada, comedor y el cabrete (también comedor). Esta nueva direccion pone énfasis en la oferta gastronómica, dando predilección a unas elaboraciones muy emparentadas con sus hermanos mayores como el Riojano y otras ofertas del grupo de Carlos Crespo. Un servicio muy profesional, y que habitualmente funciona como un reloj, termina de completar una oferta que viene a aumentar la existente en la zona, agregando una gran dosis de calidad.
En más de una ocasión he sido partícipe del cambio, degustando alguna ración en la barra, como las alcachofas confitadas que resultaron deliciosas, los callos o la ensaladilla rosa, que no rusa, todavía no ha coincidido un día para comer, pero en breve sucederá.
