Hemos Comido…en El Pericote, lo bueno de conocer un gran sitio es enseñárselo a tus amigos, y esta era una de esas grandes ocasiones.

Cada cierto tiempo nos vamos de comida los cuatro, compañeros de trabajo, dos de ellos recién jubilados de la empresa. Habitualmente me piden que escoja el sitio, esta vez se me pasó por la cabeza El Pericote, sabedor que son deboradores de carne.

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Tras la parafernalia de la presentación de la carne que nos iba acompañar durante la comida pasamos a elegir la bebida; comimos con un cava Elyssia del que ya hemos hablado en varias ocasiones. También acompañó a los más propensos al tinto un Regina Viarun, un Mencía de Ribeira Sacra.

Color rojo picota de capa profunda muy cubierto con reflejo violáceo. Vino intenso, limpio y afrutado, con predominio de aromas de frutos rojos con toques a regaliz. En boca aterciopelado y carnoso con postgusto duradero. 

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Comenzamos tomando un salmorejo, un abrebocas que predispone el paladar a una intensa comida, ciertamente atípico, obviamente por el acompañamiento, unos calamares.                                                               

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Cecina, carpaccio y otro estadio menos curado de las carnes que elabora a modo de embutidos El Pericote. Desde hace tiempo cura este tipo de carnes y las oferta en carta. El resultado, unos embutidos que parten de una carne de calidad única que les permite además aprovechar ciertos cortes de difícil salida y añaden valor a una carta de por sí bastante centrada en la oferta carnívora. Digo centrada por no decir única ya que resulta difícil encontar similar oferta en cualquier otro restaurante de nuestra región.

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Si hay una elaboración a la que todo el mundo se apunta en El Pericote son las mollejas. Si voy en familia no pueden faltar, si voy con amigos tampoco, van abriéndose camino como un manjar en la oferta de este sitio, tanto por buena elaboración como por diferenciación, ya que son mollejas de vaca. Brutales.

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Otra ración que a mi modo de ver no tiene rival es el steak tartar, unas veces de buey otras de vaca. Este en concreto era de vaca pinta. Corte de buen tamaño, una yema, aceite y poco más. Resulta lujurioso y prehistórico, una carne cruda que no necesita nada más.

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Nos aconsejaron tomar pulpo con chorizo de buey. También resultó estar buenísimo, por su elaboración braseada y el sabor a chorizo que le va al pulpo que ni pintao, sobre una cama de patata también impregnada de chorizo. Al final y al cabo el chorizo sabe, en una parte muy importante, a pimentón; era casi un pulpo a la gallega, poco convencional pero similar. Nos gustó a todos los comensales, la textura también era diferente a la habitual del pulpo, más crujiente en el exterior y blandito en el interior.

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Después de estos prolegómenos pasamos a la carne, dos carnes extraordinarias, una pinta y una machorra. No me sé decantar por una de las dos, quizás la pinta, algo más engrasada, aunque menos infiltrada pero de más sabor. Da igual, cualquiera de las dos eran carnes poco habituales y de una calidad única.

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Como siempre venían acompañadas de unas buenas patatas fritas y unos pimientos.

Uno de los comensales preguntó si tenían habitualmente esta carne, a lo que le  respondieron que suelen tener casi todos los días diferentes chuleteros, ese en concreto cinco diferentes y se brindaron a enseñarlos, tanto a nosotros como a otra mesa que estaba interesada en ello; las fotografías del pie son el resultado de esta pequeña pero interesante exposición.

También pudimos observar como es el aspecto de la carne antes de limpiar para el consumo. 

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Acto seguido pasamos a los postres que compartimos al medio.

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Y por supuesto a unas copas de órdago.

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Bueno, y llegó la dolorosa, que resultó de un excelente RCP, tocamos a 72,10€ por cabeza, que resulta una cantidad importante pero ya sabemos todos de antemano que no hay bacalao gordo que no pese, y cuando decides comer lo mejor en carne que se oferta en Cantabria hay que pagarlo, aunque este servicio lo extrapolas a otro lugar fuera de la oferta cántabra y se aleja muy mucho en el precio. A todos los comensales nos pareció correcto.

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Por El Mule

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