Hemos Comida…en Amita en Suances, la última vez estuve tomando un cocido lebaniego, muy bueno por cierto, esta vez es verano y hay cambio en el menú.
Julio 2017. Llegué a última hora, estaba prácticamante completo el comedor, pero les quedaba una mesa libre y en ella me situaron. La carta es la habitual de una localidad pegada al mar, en la que imperan pescados y mariscos.
En carta: pescados, mariscos, arroces marineros, anchoas, rabas, almejas, gambas y toda suerte de pescados de lonja; incorpora referencia al gluten, avisando de antemano al celiaco si la elaboración es apta o no.
Amita no solo contempla el comedor formal, en este lugar puedes disfrutar de cuantro ambientes: la terraza donde la gente acostumbra a tomar el vermut y alguna ración, la barra donde situarse a tomar algún caldo, un comedor informal a la entrada y el comedor.
Mientras esperas puedes acompañarte de un aceite arbequina de La Boella. De muy baja acidez, perfil equilibrado y complejo, frutado de oliva maduro identificable en nariz y boca, con gran diversidad de aromas vegetales secundarios, sobre todo manzana y plátano.
Este aceite con el pan y la sal resultan un buen acompañante durante la espera.
De primero un arroz diferente a lo habitual de las cartas de la zona, arroz meloso con carabineros.
El arroz meloso es una preparación de arroces con un punto de cocción intermedia, entre los arroces secos y los caldosos. Mientras los arroces caldosos son como una sopa con arroz, los arroces melosos se caracterizan por la ausencia de caldo tras su preparación. Los risottos son similares en textura, mostrando diferencias de los melosos en su técnica culinaria. La textura de estos arroces es siempre untuosa, recordando a la miel, de ahí su denominación: melosa.
En este arroz el punto de melosidad estaba correcto, pero me llamaron poderosamente la atención los carabineros que lo acompañaban. La ración resultó generosa, el sabor del caerabinero se notaba y cuando los abrí y su jugo se derramó sobre el arroz, la intensidad de este termino impregnando la elaboración.
Un arroz muy de mi agrado.
Tacos de bacalao confitado con patata nueva y pimentón de la Vera. Toda una experiencia, bacalao al horno que me recordaba a un pulpo a feira por su preparación, el pimentón de la Vera resulto ser excepcional, con gran sabor. La elaboración merece la pena, recomendable.
La relación calidad precio de la cuenta me parece más que aceptable dado lo bueno de los productos. Ha pasado demasiado tiempo desde la última visita y es algo que hay que enmendar pues la carta lo merece.
Por el Mule