El IV Concurso de Pinchos San Andrés en Castro Urdiales comenzó el pasado día 20, un certamen organizado por Cadena SER que se desarrollará hasta el próximo día 30 de noviembre.
Esta edición me toca también formar parte del jurado. Nos desplazamos a Castro Urdiales, esta vez sin Silvia Cocinitas pues no nos coincidía el calendario. Llegamos a eso de las 11:30 del pasado sábado 21 de noviembre y como todos los años me sorperendió lo grato del trato y la premura de la apertura de los locales.
Este año aún ha sido más dificil que el pasado la elección y todavía lo estamos dando vueltas, pues el nivel es muy alto en todos los casos, mucha creatividad y cocina de altos vuelos. Os dejo una lista, ubicación y pincho presentado por los participantes de esta convocatoria.
Bar La Marinera (C/La Rua, 17). El pincho: «Atún con cítricos»
La Bodeguita (C/La Rua, 2). El pincho: «Merluza violeta»
Gastrobar Amarras (C/Ardigales, 27). El pincho: «Minimagnum de oro»
Café bar Vespa (C/Jardines, 2). El pincho: «Dolce vita»
Gambrinus Castro (C/República Argentina, 6). El pincho: «Huerta de oriente»
Deluxe Castro (C/Ataulfo Argenta, 5 – Cotolino). El pincho: «Aire de cotolino»
Comencé este año por Deluxe Castro Urdiales en Cotolino, una barra ya bien lucida a eso de las 11:30 y unos pinchos recién hechos, de sorprendente apariencia y sabor. Con Aire de cotolino presenta a concurso una buena morcilla envuelta a modo de albóndiga, unas de color carne y otras de color verde; morcilla suave, poco especiada (como debe de ser una morcilla) de potente sabor acompañada de una piruleta de queso y unos pimientos fabulosos.
Aire de cotolino
El siguiente de mi lista fue La Marinera, en la otra esquina de Castro, en la Rua. Asomarte a su expositor de pinchos situado en la barra da ganas de instalarte en la entrada y no salir hasta no haber acabado con todos. Buena presentación, buena cocina y simpatía hacen de este lugar uno de los que no te puedes perder si te acercas a esta villa marinera.
Presentaban un pincho de atún con cítricos. El atún es uno de mis vicios confesables, los cítricos le otorgaban un toque diferente a otras elaboraciones más tradicionales.
El segundo pincho ya me empieza a complicar las cosas, veo que la competencia va a ser brutal, nadie se ha dormido en los laureles.
Atún con cítricos
En la misma calle, a unos pocos metros está La Bodeguita, donde se asienta mi compadre Manu, nacido en Puertochico y hostelero en Castro, con su característica barra repleta de pinchos esperando al hambiento viandante. Saludos, risas y pincho de merluza violeta.
Este pincho lleva merluza confitada, gambitas y gulas con un toque pincantillo. Hasta aquí cocina muy tradicional, pero le dan un toque sorprendente con el parmentier de patata violeta y unos chips de tinta de calamar.
Se sigue complicando la ronda y sigo comprobando que las cocinas echan humo, todos han puesto lo mejor de lo mejor sobre los fogones con el ánimo de ganar este concurso.
Merluza violeta
En un día desapacible, lloviendo a cántaros y con un viento del norte de lo más desagradable, los Mezclaos de Castro Urdiales se van a tomar los blancos y de paso amenizar a las calles tradicionales de chiquiteo.
En mi particular peregrinaje, con ruta premarcada por el concurso, hago parada en el Gastrobar Amarras, ya en la calle Ardigales, casi extensión de la Rua, y al asomarte por la puerta no puedo reprimier un «joder», lo que se ve en la misma da ganas de no querer conocer otro sitio.
Presentan Minimagnum de oro. Una auténtica delicia y un derroche de imaginación, le hincas el diente esperando algo crujiente, pero no, es blandito, un micuit con peta zetas que te explotan en la boca y unas tierras, una delicia.
A estas alturas ya estoy dándole vuentas a todo y no tengo nada claro, empiezo a tomar apuntes mientras hago un alto en el camino del siguiente pincho.
Minimagnum de oro
En la siguiente barra, Café bar Vespa, me encuentro con el característico desayuno cántabro, la tortilla. Unas tortillas con una pinta estupenda y un expositor de pinchos de vicio. Compiten con el pincho Dolce vita. Un pincho de calamar sobre pan negro y cebolla crujiente, que viene a complicar todavía más la decisión.
Me queda solo un pincho y todos son prácticamente del mismo nivel, buena presentación, sabor y algo muy importante, todos son de un bocado, más o menos, algo imprescindible a la hora de calificar un pincho.
Dolce vita
Y por último Gambrinus Castro, con el pincho: «Huerta de oriente», tierras de remolacha, langostino marinado y berenjena.
Huerta de oriente
La decisión se nos está complicando, hay un gran nivel tanto de cocina como en imaginación, y sobre todo mucha ilusión. En breve la solución al enigma.
Por El Mule
Os dejo el video de la presentación del concurso.
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