El fin de semana pasado amaneció el primer domingo con sol radiante y temperaturas veraniegas, así que toda la población de Cantabria salió en desbandada hacia las playas, no vaya a ser que no dure.
Junio 2013. La playa es uno de los recursos más económicos para pasar un buen fin de semana, trasladas tu mantel hacia una toalla y tu salón al borde del mar y centras los recursos gastronómicos en bocadillos y viandas trashumantes: ensaladas, bocata de filete empanado, croquetas, empanadillas, neveras repletas de cervezas y refrescos y una larga lista dependiendo de gustos o de recursos.
Para los que nos acercamos en contadas ocasiones a las playas son días de gloria, terrazas medio vacías, barras de bar accesibles, camareros atentos y un sinfín de ventajas frente a lo que se debe estar sufriendo en la barra del chiringuito de turno.
Yo no soy muy de fritos, pero llevaba viendo las últimas veces que he estado en Abel que casi toda la gente pide estas raciones, así que me acerqué con mi mujer a comer el domingo una ración de estas, no teníamos ninguna gana de cocinar en casa.
Le pedimos a Wendy (la amable camarera del Abel) una ración de pimientos rellenos de rape y una ración de fritos, a lo que nos aclara que una ración de fritos no nos la acabamos ni entre tres, que mejor que pidamos media y si seguimos queriendo los pimientos después que los pidamos una vez hayamos acabado la ración de fritos. Bueno pues la hare caso (me dije, pero estos no saben con quien se las gastan y el saque que tengo), pedimos dos cervezas, a lo largo del tapeo pedí otra más y enseguida nos sirvieron media ración de fritos.
La ración de fritos consta de: rabas (muy bien hechas y muy bien escurridas, todos los fritos están escurridos a la perfección), croquetas (las exquisitas croquetas de carne del Abel, no las conozco mejores), mini empanadillas de bonito, nuggets de pollo y un frito de carne picada similar a un trocito de hamburguesa empanado, todo muy bueno.
Al final acabamos con la media ración a duras penas, (mi amor propio se vió dolido por la derrota ante al tamaño de la ración, también es verdad que me había comido anteriormente una ración de pulpo en el Cocinero).
Bueno y ya para rematar la faena el pasado domingo tocaba gambas cocidas de tapa, la verdad es que estaban hechas de cine, muy buenas. Tomamos dos cafés y ya habíamos comido, yo sin hambre me fui del bar. Resumiendo, por 13,60€ habíamos comido. No es para todos los días, pero de vez en cuando está muy pero que muy bien.
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