Como todos los años despedimos a este último con una comida de hermandad de Mules y Mulas, en esta ocasión solo pudimos juntarnos 15, descubrimos un nuevo lugar donde reunirnos y con un precio razonable.
Alquilamos el Club social el Rincón situado en los aledaños a Tetuán, calle la Montañesa 13 y muy bien dotado para este tipo de celebraciones, lo único que echamos en falta fue una cocina más profesional, pero nos arreglamos esta vez con menos cocinados y un «rosco de gas» donde Chiqui nos cocinó un arroz alicantino que ella prepara, dado su origen y que tan magnificamente le queda.
Este año se impusieron los «No Cocinados», pate de foie, queso picón del Fuente Dé, unas anchoas excepcionales que nos trajo Lola, una mezcla que nos traen todos los años de bonito y jalapeños con nachos que están de vicio y de postre quesada, también hubo una trenza de manzana.
Y como centro de la comida el arroz alicantino que estuvo de vicio.
La comida estuvo regada con cava Brut Barroco de Freixenet, tres cajas para quince, lo cual no esta mal, así todo y por si no llegaba yo bajé otras dos caja de mi casa que al final no se consumieron y que volvieron al redil.
