Tarde de sábado, incursión de Mules a las 12ª Jornadas de Cocina Andaluza de Bodegas La Montaña y más…..
Celebrabamos la onomástica de Nano, que en realidad era al día siguiente coincidiendo el santoral con santa Priscila (Reina del Desierto). Las Jornadas Andaluzas una maravilla, Pilar de Bodegas La Montaña se trajo a un auténtico artista de las tortillas de camarón: Luis, cocinero gaditano simpático como el solo, con ese salero que transmiten los de su tierra «Cai». Tomamos al ataque la barra y llenamos prácticamente el bar, dieciseis comensales con síndrome de barra. Al final tuvimos que desplazarnos a la terraza, donde comimos y bebimos a gusto, salmorejo buenísimo, con unas tortitas de pan de aceite que eran una delicia, papas aliñás también obra y gracia de Luis con un gran secreto. ¿Queréis saber su secreto?, pues que el aceite lo pone en caliente, recién cocidas las patatas. El resto de ingredientes que utiliza son cebolleta fresca, perejil, sal y un buen aceitito de oliva. Fácil y apetecible, ¿verdad? También tuvimos hueco para unas gildas de esas tan maravillosas que te ponen en la barra. Y por último tres raciones de tortillas de camarón, la reina de la fiesta, algo delicioso y único. Las jornadas siguen hasta el día 20, pero Luis nos abandona. Quienes no las probaron no saben lo que se pierden, para mí al menos, lo que probé estaba de vicio, una embajada gaditana en Santander. Por cierto, si no reservas mesa lo tienes un poco dificil, pues estaba lleno.
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Seguimos de pinchos con Jesús de la Rosa
Tras terminar en la bodega La Montaña nos acercamos al Corte del Sevillano, con Jesús de la Rosa. Acercarte al Sevillano y no parar de reirte es todo uno, las simpatía es el sello de la casa, tanto Jesús como su mano derecha, son dos dicharacheros imparables. Cuando te acercas a una barra a pedir, la gente se queda fuera pues saben que no cabes, y pides 16 cervezas, 17 pinchos de lomo ibérico, dos raciones de jamón cortado a cuchillo, el personal te suele mirar como diciendo ¿Me esta vacilando?, hasta que se percata de la situación, asi que surgen situaciones de lo más cómicas. Nos encontramos a Jesús solo atendiendo la barra pues su segundo había salido, así que se hizo cargo de todo y no hubo ni mucho menos ningún tipo de tardanza. Comenzamos con el jamón, un ibérico buenísimo, acompañado de un pan calentado en la plancha con aceite y un poco de tomate, un auténtica delicia. También tomamos una ración de chorizo excelente y unos pinchos que hacen de lomo ibérico adobado, con jamón, un poco de tomate y queso picón, el pan también caliente de plancha, algo exquisito y un auténtico vicio. El precio muy bueno.
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Y para terminar La Vinoteca
A La Vinoteca ya llegabamos de retirada, un poquito llenos de comer y tomar cañas. Estaba hasta la bandera de gente. Si es que, cuando das algo bueno y bien de precio se corre la voz a una velocidad increible. Y uno de estos ejemplos es La Vinoteca un reciente descubrimiento donde se auna calidad y precio. Aquí tomamos unas raciones de callos, ciertamente exquisitos y unos langostinos con puerros, también dignos de mención, a todos nos encantaron estas dos raciones y quedamos para hacer una cena en este lugar en un futuro próximo. De este lugar no sé donde metí el tícket.
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