Hemos Comido…en Colindres, en casa de Alberto Criado, Alameda Lounge Bar, un inusual cuatro manos estre Alberto y Floren Bueyes.
Abril 2017. Floren es el presidente de asociación de cocineros de Cantabria y desde hace muchos años el alma mater de la gastronomía de nuestra región, eterno defensor de nuestros productos y presentador de los mismos donde haga falta, cualquier evento gastronómico que se precie en Cantabria debe contar con su participación.
En esta ocasión Floren se avino a diseñar y elaborar en conjunto con Alberto y su equipo un menú largo y estrecho, hecho pensando en su gran valedor y maestro en sus inicios, uno de los alma mater de la cocina actual española, Víctor Merino.
Flores es el chef ejecutivo de CANTUR y desarrolla su trabajo diario en el Golf de Mogro, aunque su labor se desarrolla a lo largo y ancho de toda la provincia y de las muchas instalaciones que tiene CANTUR en Cantabria.
Llegué bastante antes de que comenzara la cena y estuve todo el rato hasta el comienzo con los artífices en la cocina, viendo, fotografiando y cotorreando.
Como os decía al principio, Floren es un enamorado del producto cántabro y como tal tenía preparada una tabla de quesos de la región y más en concreto de cercanías.
Otra de las elaboraciones después de haberse cocinado a baja temperatura y esperando su pase por el horno para darle un aspecto tostado.
Y algo que me encantó, un pastel de sardinas.
Sardinas, pimientos y berenjenas, un pastel salado muy especial.
Comenzamos justo a tiempo, habíamos quedado a cenar a las diez y se colgó el letrero de COMPLETO, no cabía nadie más. Comenzamos por el queso, una suerte de quesos de cercanías, Garmillas y otros de Ramales de los que no pude enterarme del elaborador, de cualquier manera quesos muy especiales y muy nuestros, acompañados de membrillo, tierras de sobao, mermelada de manzana y una mermelada muy especial de El Invernal de San Ignacio de frutos secos.
Continuamos con el pastel que os comentaba al principio, un derroche de finura y sabor, sardina, queso cremoso, pimientos y berenjenas. Delicioso, vistoso, colorido.
El siguiente de la lista fue crema de marisco con yema de oricio y algas. La crema resultó auténtica, sabrosa y de inigualable sabor a marisco, la yema que le acompañaba me resultó un poco insulsa, pero la crema cubrió todas las expectativas.
Me lo comentaba mi compañero de mesa, gran conocedor de la cocina de Floren, Yeyo, que me decía que el puré de calabaza al cardamomo es una de sus señas de identidad. Bacalao al horno sobre este puré, una visión diferente del bacalao, diferente y sabrosa, muy bueno.
Para terminar el cochinillo que veíamos en cocina, confitado a baja temperatura, muy jugoso y dorado en el exterior, sobre una cama de puré. Una riquísima elaboración y diferente al tradicional asado en horno.
De postre una crema de limón con chantillí y hojaldre, helado de manzana y paquete de pasta filo y manzana caramelizada.
Al final el resultado fue el esperado, una noche como pocas con buena compañía y unas elaboraciones poco habituales, a un precio muy ajustado 35€, incluida la bebida, yo tomé agua pues había que volver a casa conduciendo y ya sabes: si bebes no conduzcas.
Por El Mule